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Valindose de muchas ilustraciones tomadas de su experiencia como consejero en el campo misionero, Arline Westmeier nos demuestra que Jess muri para sanar nuestras heridas psicolgicas, lo mismo que para perdonar nuestros pecados y curar nuestras enfermedades. // Using many illustrations from her experience as a counselor in the mission field, Arline Westmeier proves to us that Jesus died to heal our psychological wounds, as well as to forgive our sins and heal our diseases.
- Autorenportrait
La Dra. Arline Westmeier nació en un hogar menonita muy dedicado. Desde su primer compromiso con Jesús a los 3 1/2 años de edad, se sintió llamada a ser misionera. Como Jesús iba curando a los enfermos, decidió estudiar enfermería. Entonces, siete semanas antes de graduarse, su madre sufrió una hemorragia cerebral masiva que le privó de la capacidad de hablar y moverse. Ella y su hermana la cuidaron durante tres años. Nueve semanas antes de su muerte, falleció su padre. Cree que este fue el "curso universitario" de tres años de Dios para prepararla a comprender las dificultades y el dolor de los demás. Ha presentado seminarios sobre curación y asesoramiento en Estados Unidos, Europa, África y América Central y del Sur. Es madre de un hijo y una hija adultos y tiene dos nietos adolescentes. Desde la muerte de su amado esposo en abril de 2018, vive en Grantsville, MD, ubicada en las hermosas montañas Alleghany.
Dr. Arline Westmeier was born into a very dedicated Mennonite home. From the time of her first commitment to Jesus at 3 1/2 years of age, she felt called to be a missionary. Since Jesus went about healing the sick, she decided to go into nursing school. Then seven weeks before she graduated, her mother had a massive brain hemorrhage, which robbed her capacity to speak and move. She and her sister cared for her for 3 years. Nine weeks before her death, her father died. She feels this was God's three-year "university course" to prepare her to understand the difficulties and pain of others. She has presented seminars on healing and counseling in the United States, Europe, Africa, and Central and South America. She is the mother of an adult son and daughter and has two adolescent grandsons. Since the death of her beloved husband in April 2018, she is living in Grantsville, MD., located in the beautiful Alleghany Mountains.
Valindose de muchas ilustraciones tomadas de su experiencia como consejero en el campo misionero, Arline Westmeier nos demuestra que Jess muri para sanar nuestras heridas psicolgicas, lo mismo que para perdonar nuestros pecados y curar nuestras enfermedades. // Using many illustrations from her experience as a counselor in the mission field, Arline Westmeier proves to us that Jesus died to heal our psychological wounds, as well as to forgive our sins and heal our diseases.
